lunes, 16 de enero de 2017

Una de tantas experiencias sexuales de cualquier persona quisiera tener y digo de cualquier persona porque incluyo en esto tanto a las mujeres como a los hombres. Una que tanto me ha gustado ha sido la vez en que lo hicimos en el carro.

Recuerdo yo que estábamos un sábado en la casa y todos esos días había tenido yo las llaves de uno de los carros de mi papá. Estando en mi cuarto después de haber salido de tomar una ducha juntos como siempre, me escribe un amigo diciéndome si  planeábamos algo para la noche que el tenia a una amiga y quería pasar un rato más con ella. Seguido de eso se lo comento a ella, a ella le parece bien y me dice que le diga a todos los muchachos que ella les dice a una amiga, estando todo esperando ya al momento de la noche de reunión con nuestros amigos, uno de ellos se nos acerca y me comenta que le hiciera el favor con la chama porque ella quería tener relaciones con el esa noche. Apenado por ser mi cuarto y mi cama la única disponible para ese momento, me puse con la duda porque al fin y al cabo es mi cama pues. Uno el hombre siempre le hace la segunda a su amigo pero siempre termina prestandole la cama de otra persona menos la suya.
Pensando en voz alta con ella y mi amigo semi-reunidos mientras como le conseguíamos una solución yo estaba pensando en otro plan, pero claro, para mi... Teniendo en cuenta de que tenia yo las llaves del carro no lo pensé dos veces en echarme esa aventura con ella, claro ninguno de los dos lo habíamos hecho en un carro, dije ¿Por qué no?. Teniendo a un pana muy amigo desde hace tiempo el cual le tengo confianza le dije que me hiciera el favor de cualquier cosa mis padres se despierte decirle que yo baje a buscar un cable al carro y así no levantar sospechas. Le comento a ella lo que quería hacer, ella con su cara de picara la cual me gusta bastante, se imagino de como sería y sabia que le seria difícil decirme que no a esa propuesta. Pero enseguida pensó en los improvistos y le dije que se quedara tranquila que eso estaba más que controlado.
Sin más que decir esperamos que la gente se despistara y bajamos los 10 pisos, porque claro, ya era muy tarde y por lo general en mi edificio apagan el ascensor, pero obvio no fue excusa para echar para atrás nuestros planes. Al llegar al carro en el estacionamiento nos percatamos de que nadie estuviese viendo que entraríamos al carro. Era el momento ideal porque estaba oscuro, los vidrios son ahumados y como ya nadie pasaba a esa hora más a nuestro favor.
Yo como hombre precavido baje un lubricante que compre, ella entra y me dice que si se tenia que quitar el pantalón, le dije que si porque iba a hacer muy incomodo con eso puesto. al lubricar mi pene ella me dice que si tan rápido me había excitado, le dije que si que mientras iba bajando me imaginaba lo que íbamos a hacer y sabia que me gustaría. Ella se quito el pantalón, y con mi pene lubricado y bien duro ella se monta encima de mi y con mucho cuidado entro hasta el fondo, ella suelta un gemido justo en mi oreja, me gusto y entre besos y besos ella se movía muy lento encima de mi, que rica sensación al verla encima moviéndose, mientras me muerde los labios, mientras me ve  y mi pene al denudo dentro de ella, sin condón, sintiéndola a ella nada mejor que eso y claro yo como no me quedo tranquilo le doy nalgadas y le aprieto las nalgas. El frió no nos ayudaba, parecíamos como si estuviésemos en la escena del Titanic donde Jack lo hace en el carro con Rose mientras los dos se congelan poco a poco. le dije que tenia las nalgas frías ella sonríe y me dice que la respete... Obvio no iba a hacer eso, ella me pide con mucho deseo y placer que le acabe, palabras mágicas salidas de esa boquita linda pero a la vez peligrosa, la agarro fuerte de la cabeza y empiezo a moverme más rápido y mientras ella me sigue pidiendo que le acabe, llegue al punto donde le acabe y los dos satisfechos y cansados pareciendo como si hubiésemos corrido una maratón, no reímos, una dulce y tierna sonrisa de enamorados nos dijimos "te amo" y nos empezamos a vestir, en eso vemos que llega un vecino en su carro y se estaciona justo al frente de nosotros, nosotros sin mucho que hacer nos agachamos para que no nos viera, y sin fijarse en el carro donde estábamos siguió su camino. Después de haber sentido el placer de haber tenido relaciones en el carro subimos y como si nada pero despeinados regresamos al grupo como si nada hubiese pasado y fue ahí entonces cuando tras otro beso y mirada de enamorados pasamos una de nuestras tantas noche de amor juntos.

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