jueves, 24 de noviembre de 2016

Para todo hay una primera vez, bueno, esta ocasión no haya sido la primera vez, pero si era la primera vez en que ella y yo estuviésemos juntos... Sí hablo de tener sexo, tener nuestro primer encuentro sexual, la primera vez donde podía abusar sexualmente de ella, de como dicen por ahí, llegar a correr todas las bases.

Nuestra primera vez en la que tuvimos sexo fue dos semanas después de que ella me había dado esa respuesta a mi proposición de ser algo más que amigos, novios. Esa fue la segunda vez que ella fue a mi casa, claro la primera fue en el cumpleaños de mi papá.
Esa noche y tras el poco de sucesos que habían pasado igual no logro arruinar la bonita velada. Luego de que mi mamá se fuera a su cuarto después de charlar con ella, nos sentamos a ver la película. Tenia pensado que la viéramos en mi cuarto, pero seguro ella con la pena por ser apenas la segunda vez en que ella visitaba mi casa no se vaya a sentir incomoda, incluso le pregunte si la prefería ver en el cuarto o en la sala y ella eligió no verla en el cuarto sino en la sala. Coloque la película, nos acomodamos en el mueble abrazados y nos concentramos en ver la película. A media película cansado de haber visto la película tantas veces a morir y teniendo tantas ganas de ella y teniendo el camino libre toda esa noche, aproveche y empece a besarla mientras la película seguía corriendo, no paraba de besarla, entre cada beso quiera más de ella, esa necesidad de estar con ella ese momento no dejaba de pensar en otra cosa que no sea en hacerla mía en ese momento. Le bajo la mano de la cara a los senos, se los toco con mucho deseo y queriendo recorrer más por su cuerpo sigo bajando hasta llegar a su cintura, le toco el cinturón y muy despacio para que no se notara la desesperación ni el deseo que sentía por ella le desabrocho el cinturón y seguí hasta seguir a su vagina, en ese momento solo pensaba "Dios, la estoy tocando, por fin podrá ser mía". Por naturaleza ya el hombre sabe que hacer cuando tiene una mano metida en la ropa interior de una mujer, y empece a estimularla mientras que mis labios nunca se despegaron de los suyos. Desde ese momento me excitaron sus gemidos, sus gritos de expresión de placer hacía mí, escuchar ese grito que me dijera "te necesito". Ella entró en si y me dice "sigamos viendo la película", me sentí cortado por un momento, pero tenia una sonrisa de maldad que no se me quitaba del rostro por la escena que habíamos tenido.
Al terminar la película ella me sugiere que veamos una de terror. A mi no me gustaban las películas de ese genero, simplemente saber que te asustaran y que aún así lo sigues viendo me parece mucho masoquismo. Al haberme propuesto eso enseguida le cambie el juego y le dije que ya era tarde pues, que podíamos ponernos más cómodo y hacer otra cosa. No lo dije con sentido a tener sexo, simplemente irnos a acostar y ya. Estando en el cuarto y muy nervioso dado de que era la primera noche que en serio dormiríamos ambos solos sin más nadie, sin haber estado antes en una reunión con nuestros amigos, solos sin que nadie nos molestase, ella fue al baño y yo me quede en el cuarto percatándome de que todo estuviese perfecto para que nada saliera mal. En eso que ella llega de nuevo al cuarto llega con la pijama que mi mamá le había prestado para que no durmiese con la ropa con que llego, pasado un rato, entro y aún se estaba acomodando para dormir, pero ya estaba más que vestida, me pide que por favor cierre la ventana porque en la noche le pega mucho frió, cierro la ventana para que el frió no le pegue nos fuimos a dormir, ahí nos colocamos a charlar de cualquier cosa. En esa de que nos empezamos a besar, la toco muy suave, por todos lados, le beso el cuello la provoco, queriendo hacerle sentir lo que había sentido poco en el mueble. El pantalón de la pijama no tenia correa solo una tira que se anudaba y ahí quedaba, le quiete ese lazo que tenia y la vuelvo a tocar, no había perdido las ganas de tenerla, ella me dice que la cortina cerrada porque no le gustaba que le viera el cuerpo. Mientras yo busco en la gaveta un condón ella se quita la ropa y a pesar de no se pudo ver muy bien, ese día me encanto su cuerpo, la ropa no deja nada a la imaginación, y aunque ella diga que no es muy linda cuando está desnuda, como dice la canción "no es ninguna aberración sexual, pero me gusta verte andar en cueros". Sin perder el momento de calentura de ambos fuimos al acto, ella abajo y yo arriba, de misionero como le dicen a esa pose en el sexo. Me coloco el condón, y no aguantaba las ganas de penetrarla, de estar adentro de ella, de ver su cara de placer por sentir mi erección adentro de ella. Claro el condón quita mucha sensibilidad en el hombre al momento de las relaciones pero era nuestra primera vez y no queríamos que de eso surgiera una enfermedad y para esa entonces no queríamos tener un hijo. En el momento de estar introduciendo mi pene erecto en su vagina, ella me dice que lento porque es muy cerrada, cosa que no era mentira, le dolía ella me lo decía, la bese y le dije que sí, que no lo haría fuerte, al terminar de entrar completo, hago movimientos suaves para que termine de expandir bien la vagina de ella y me preocupe en seguir besándola, lento, tocándola y viéndola todo babeado por ella y por lo que le estaba haciendo seguí haciéndoselo, disfrutando cada embestida que le hacia y ella gimiendo de placer me pide que se lo haga más fuerte y como obviamente no iba a decir que no empiezo. Cuando uso condón suelo a tardar mucho más de lo normal porque no es la misma sensación cuando no se tiene, se siente más la vagina estrecha y húmeda que un látex lubricado. Yo le pido que rasguñe mi espalda porque es mi punto débil y mientras ella me lo hace me pide que la trate mal, que le hable sucio. No estaba acostumbrado de tener eso, yo era más romántico en esos momentos, pero cuando lo mujer lo quiere hay que dárselo. Le empiezo a decir cosas como que la quiero solo para mi, que solo yo podre cogérmela, que lo que cualquier otro le puede hacer yo puedo hacerlo mucho mejor y entre golpes más le gustaba y más me excitaba que fuese así. Cada segundo la disfrutaba, tenerla así para mi, que ella me reciba, lo mejor, no paraba de tocarla mientras tocaba y seguía tocándola y mi mirada de malo que suelo colocar cuando lo estamos haciendo, la cual termino gustándole a ella. No recuerdo la hora en que empezamos, pero llegue terminando casi al amanecer, al haberle acabado le dije que esta sería la única manera en que la lastimaría, al tener sexo con ella porque no la lastimaría jamas de otra forma que no fuese esa. En esa de que acabamos, me retiro el condón y me pide agua, la busco, ella bebe un poco y el resto se lo echa al condón para probar si no estuviese roto, cosa que yo nunca había hecho, luego de eso nos dormimos como por dos horas hasta que ella se fue.
La noche en que nos reunimos con los muchachos y al verla, apenado pero con deseo de tener sexo de nuevo con ella, me dice que le dolían las piernas y que le había gustado mucho lo que habíamos hecho lo cual me genero una mega sonrisa y en la espera de volver a tener sexo 

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